Es el nombre japonés de una preparación culinaria de las vainas de soja inmaduras, hervidas en agua con sal y servidas enteras.
El edamame es una importante fuente de proteínas de origen vegetal y de micronutrientes como el calcio, hierro, fósforo, sodio, manganeso y vitaminas como la C, la B9 o la K.
Además, es rica en ácido fólico.
Es un alimento bajo en calorías, no contiene azúcar añadido ni grasas.
Tampoco tiene gluten, por lo que es apto para celíacos.
Como todas las leguminosas, se trata de una comida rica en fibra, por lo que, como subraya la experta, ayuda al tránsito intestinal y da sensación de saciedad.
De esta forma, indica que “puede resultar interesante para personas con estreñimiento, así como fuente de proteína para vegetarianos o como snack para los hipertensos”.
Benejama añade que este alimento "incluye un tipo de isoflavonas que puede ayudar a contrarrestar los sofocos derivados de la menopausia en algunas mujeres".
De forma más detallada, Botella expone que 100 gramos de vainas de soja inmaduras contienen 8,6 de carbohidratos, 4,8 de fibra, 10,25 gramos de proteína, 6 miligramos de sodio y 75,17 gramos de agua.
Estas cantidades suman, aproximadamente, unas 110 calorías.
"De todos modos, es conveniente recordar que los beneficios nutricionales se obtienen de una alimentación saludable global y no solo por el consumo aislado de un alimento que lo sea.
Es decir, si tenemos una alimentación poco saludable, tampoco servirá de mucho comer de manera ocasional edamame", recuerda Benejama.
También es muy versátil en la cocina.
Hace unos años este producto solo lo encontrábamos en supermercados especializados y a un coste bastante elevado.
Hoy en día es muy fácil encontrarlo generalmente en la sección de congelados de cualquier supermercado y a un precio asequible.