Combate el estreñimiento.
Beber zumo de manzana ayudará con este problema ya que es rico en fibras y contiene vitaminas esenciales para la digestión.
En el estudio publicado por la Universidad del Valle de Bolivia, destacan que la manzana actúa como un laxante suave por su alto contenido de pectinas (fibra natural) ayudando a regular el funcionamiento intestinal, en especial si se la consume por la mañana.
Mejora la salud de la piel.
Contiene ácido ascórbico (vitamina C).
Este nutriente aumenta la producción de colágeno, una proteína vital para la firmeza y elasticidad de la piel.
Cuida la salud del corazón.
Uno de sus componentes es la “histidina”, este aminoácido actúa como un vasodilatador.
Es decir que favorece la reparación de los tejidos en el sistema cardiovascular, por lo que a su vez sirve como un tonificador del músculo cardíaco.
Combate el colesterol.
El zumo de manzana previene que se acumule el colesterol en el hígado, lo que evitaría que este llegue al torrente sanguíneo.
Mejora los síntomas de dolor en el cuerpo.
Gracias a su contenido de antioxidantes y potasio alivia los dolores musculares, a la vez que favorece la formación de los músculos, y ayuda a aumentar la densidad de los huesos.