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¿El miso es malo para el hígado?

Biel Vélez
Biel Vélez
2025-10-17 01:16:28
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La vitamina C, es antioxidante por lo que ayuda a eliminar las toxinas de nuestro hígado. Las principales fuentes son: frutas, pimiento rojo y perejil. La vitamina B2, participa en el metabolismo de los lípidos y las proteínas. Las principales fuentes son: los vegetales de hoja verde, levadura de cerveza, copos de maíz, almendras, clara de huevo, pescados, cereales enteros y algas Nori. La vitamina B3, participa en el metabolismo de los lípidos en el hígado. La vitamina B6, favorece la formación de sales biliares y la desintoxicación hepática. Las principales fuentes son: levadura de cerveza, nueces, germen de trigo, salvado de trigo, sardinas y boquerones frescos, germinados de alfalfa, garbanzos, atún y bonito. La vitamina E, tiene una gran acción antioxidante. Las principales fuentes son: aceite de germen de trigo, aceites de semillas oleaginosas, avellanas, almendras, nueces, cacahuetes, aguacate, aceite de hígado de bacalao y la mantequilla. La colina, también vitamina J o B7 tiene la capacidad de movilizar lípidos del tejido hepático para su utilización o eliminación, evitando que se depositen en éste. Las fuentes principales de colina son: lecitina de soja, legumbres, cereales integrales, vegetales, frutas y proteínas animales.
María Ochoa
María Ochoa
2025-10-12 06:19:20
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El segundo informe de expertos del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Estadounidense de Investigación sobre el Cáncer establece que la sal es una causa probable de uno de los cánceres más mortales del mundo: el cáncer de estómago. Si la estimación del informe, que dice que por cada gramo diario aumenta un 8% el riesgo de desarrollar la enfermedad, es correcta; en países como Reino Unido, cerca de 1700 casos de cáncer de estómago anuales se deben a una ingesta excesiva de sal, y en un país como estados unidos serían miles de casos más por año. Como muestro en el video, el factor de riesgo asociado a la ingesta de sal es el mismo que el asociado a fumar o al consumo excesivo de alcohol, aunque puede que sea solo la mitad de malo que el asociado al consumo de opio o al aumento en el consumo total de carne. Estos hallazgos se consiguieron gracias a un estudio en el que participaron más de medio millón de personas, lo que podría explicar por qué las personas que siguen una dieta sin carne tienen una probabilidad dos tercios menor de desarrollarlo. Sabemos que la ingesta de sal es un factor de riesgo y, por tanto, a mayor consumo de sal, mayor probabilidad de desarrollar cáncer de estómago. Un metaanálisis fue un paso más allá y estudió algunos alimentos específicos con alto contenido en sal, como los encurtidos, el pescado en salazón, la carne procesada y la sopa de miso. El consumo habitual de encurtidos, pescado en salazón y carne procesada se asoció con un aumento del factor de riesgo en un 25%. El consumo de encurtidos podría explicar por qué Corea del Sur, donde el kimchi es un alimento básico, tiene una de las tasas de cáncer más altas del mundo. Sin embargo, los investigadores no encontraron una relación significativa con el consumo de sopa de miso. Esto puede deberse a que los efectos cancerígenos de la sal en la sopa de miso se contrarrestan por los efectos anticancerígenos de la soja, anulando así el factor de riesgo. Dicho factor puede disminuir aún más si preparamos sopa de ajo y le añadimos algunas cebolletas.

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Ángela Colunga
Ángela Colunga
2025-10-05 10:08:26
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La dieta japonesa se caracteriza por ser baja en calorías y en grasas, por lo que contribuye a la longevidad y previene la obesidad. El patrón de alimentación es rico en nutrientes y puede proporcionar numerosos beneficios para la salud. La población de países como China, Japón o Malasia es conocida por los casi inexistentes problemas de sobrepeso y la menor incidencia de enfermedades cardiovasculares. Existe un sistema de puntuación denominado 'Índice de la Dieta Japonesa Modificado de 12 componentes (mJDI12, por sus siglas en inglés)', que se centra en la ingesta del patrón dietético japonés. Los investigadores descubrieron que el grupo con un mJDI12 más elevado mostró un menor grado de progresión de la fibrosis hepática. Entre los patrones dietéticos japoneses, un consumo elevado de productos de soja, marisco y algas mostró un efecto supresor sobre la progresión de la enfermedad. Además, el grupo con una mayor ingesta de soja y sus derivados tenía una mayor masa muscular, y mostraba a su vez un menor grado de progresión de la fibrosis hepática. Este estudio indica que el patrón dietético japonés puede ser eficaz como tratamiento dietético para los pacientes con EHGNA. Los pacientes con hígado graso no alcohólico (EHGNA) que consumen más comida japonesa tienen una progresión de la fibrosis hepática más lenta que los que consumen menos. La ricerca sugiere que el patrón de alimentación japonés es beneficioso para prevenir la fibrosis hepática.
Rafael Ruelas
Rafael Ruelas
2025-09-25 13:49:20
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El miso en un fermento y como tal rico en probióticos; fuente de proteínas, aminoácidos y enzimas y es especialmente bueno para el hígado, la hipoglucemia y el estrés. Además, ayuda a fortalecer los sistemas inmune, digestivo y circulatorio. Podría parecerse a la receta de sopa de miso y champiñones con batata japonesa de la doctora Sara Siso y cuanto más interesantes sean los champiñones que le añado mejor. La cena es la hora en la que además la comida debe ser más digestiva, más suave, menos condimentada y ligera. La sopa de miso lleva ingredientes como el tofu, el alga wakame y puedes añadir verduras o hongos diversos. Nos lo asegura la médico nutricionista, Magda Carlas, que apunta que es de las mejores para conseguir nuestro objetivo y si, además si lleva probióticos como el miso estamos ayudando a equilibrar nuestra microbiota. Los expertos de Sha Wellness Clinic nos dan esta sencilla receta para preparar a diario una sopa de miso completa en menos de cinco minutos. 1 litro de agua, 1 cebolla cortada a la mitad, 1 zanahoria cortada a la mitad, 1 rama de apio cortada muy fina, 2 tiras de alga wakame remojada y cortadas muy finas, 3 cucharadas pequeñas de miso, 1 cebolleta, 100 gramos de tofu, pizca de sal. Preparación de una sopa de miso: Añadir en una cazuela el agua junto con la cebolla, la zanahoria y el apio y dejar a calentar a fuego vivo. Pasados 20 minutos retirar el apio, la cebolla y la zanahoria. Después añadir al caldo el alga wakame y dejar a cocinar a fuego vivo durante otros 5 minutos. Añadir por último el tofu en dados y cocinar 1 minuto más y retirar del fuego. Por último en una taza diluir las cucharadas de miso con un poco del caldo caliente y añadir la mezcla a la cazuela. Servir con un poco de cebollino fresco picado.

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Cristian Bañuelos
Cristian Bañuelos
2025-09-25 12:16:14
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Los alimentos para hígado graso deben cuidarse y pautarse detalladamente para llevar una dieta que no empeore la enfermedad. La nutrición tiene un gran peso en su seguimiento y progresión, ya que con ella puede llegar a controlarse. Para salir de dudas, a continuación, vamos a detallar en qué consiste esta afección y exploraremos las mejores opciones en cuanto a dieta para combatirla. También llamado esteatosis hepática, el hígado graso es una condición que se produce cuando este órgano presenta una acumulación de grasa visceral que excede lo que se considera normal. Esto puede llegar a afectar a su funcionamiento, provocando inflamación, daño hepático y, en casos más graves, cirrosis o cáncer de hígado. Existen dos tipos principales de hígado graso. Las causas de este último son diversas, pero sí que existen factores de riesgo como el sedentarismo, el sobrepeso, la diabetes, algunos trastornos metabólicos genéticos o el uso de algunos medicamentos. Dependiendo de la gravedad, esta enfermedad puede revertirse cambiando el estilo de vida o puede controlarse por medio de una serie de alimentos para hígado graso. Entre los alimentos para hígado graso, existen diferentes que están permitidos e incluso aconsejados: Alimentos ricos en fibra, donde se incluyen las frutas, verduras, legumbres y cereales de grano entero, como arroces o pan integrales. Por contra, existe una serie de comidas que conviene evitar, bien porque contienen grandes cantidades de grasas saturadas o bien porque contribuyen al desarrollo de la enfermedad: Como ya se ha adelantado, se desaconseja toda bebida con alcohol. En cualquier caso, para controlar los alimentos para hígado graso, es fundamental consultar con especialistas para que puedan estudiar el caso particular y, dependiendo de las causas que lo originan, elaborar una dieta completamente personalizada.