Si, si, de temporada, porque las granadas de qué época son.
Empiezan a mitad de septiembre, pero alcanzan su plenitud entrado el otoño.
Así que, un helado de granada sólo podía hacerlo en otoño.
Tenía muchas ganas de hacer helado, sobre todo después de haberme pasado el verano viendo helados de todos los gustos y colores por la red, pero como no tenía heladera y sigo sin tenerla, no me atrevía.
Oía hablar de la cremosidad del helado, de la cristalización y no sabía a qué se refería.
Ahora ya puedo hablar de ello también.
Realmente, hacer este helado es facilísimo.
No tiene ninguna complicación y lo mejor de todo es que es casero.
No será la última vez que haga helado visto el resultado, aunque también os digo que me haré con una heladera, ya que de esa forma supongo que evitaré el problema de la cristalización.
La receta es de uno de mis libros favoritos de cocina, el de Nigella Lawson, lo tengo llenecito de papelitos.
Recetas interesantísimas y fáciles de hacer como la ensalada que publiqué la semana pasada.
Lo único que me falta es TIEMPO, aunque creo que así vamos todos.
Ingredientes: - 3 granadas - 1 lima o 1 limón - 175 gr. de azúcar glas - 500 ml. de nata para montar
Preparación: Exprimimos 2 granadas y la lima o el limón.
Añadimos el azúcar glas al zumo exprimido y batimos enérgicamente para disolverlo.
Echamos la nata y batimos hasta que se formen suaves picos en la nata.
Lo colocamos en un recipiente hermético y lo congelamos durante un mínimo de 4 horas.
A la hora de servir, le echamos por encima algunas pepitas de granada.
Como veis, hacer helado es muy sencillo, así que ya no tenemos excusa, si en casa no tenemos helado, es porque no queremos.
Feliz semana a tod@s.