Si pienso en la Lucía de hace ya bastantes años, recuerdo que no le hacía demasiado caso a los helados. Y menos aún a los caseros. Pues así era. Aquella Lucía pasaba bastante de los helados hasta… ¡que me fui a vivir a Italia! Y claro, ahí cambió todo. Yo pensaba que todas esas personas que me hablaban de lo buenísimos que estaban los helados italianos, exageraban muchísimo. Pero qué va: fue probarlos y enamorarme perdidamente. Qué dulce derrota, amigos. Y qué buenos. Es que lo pienso y se me caen las lágrimas. Luego, cuando hice mi cambio personal de alimentación, comencé buscando alternativas saludables a las comidas que adoraba, y los helados era una de ellas. Lo hice así porque entendí rápido que esa era la única manera de mantener una alimentación sana, y a la vez evitar frustarme echando de menos esto o aquello. Vamos, que no estaba dispuesta a vivir sin helados.
Pues bien: me di cuenta de que hacer helados saludables resultaba superfácil. ¿Y por qué? Pues porque simplemente teniendo fruta de calidad en el congelador y una batidora se podían crear combinaciones espectaculares. Con los ingredientes mínimos. Y me salían unos helados buenísimos, sanos y tan rápidos que no entendía cómo no los había hecho siempre. ¡Lo que me había perdido! Y oye, sin una pizca de azúcar. ¿Se puede pedir más?
Pero ¿qué ocurre si tu favorito es el helado de pistachos? Y quieres que sea saludable, claro… Pues que tenemos un problema, Houston. Porque aunque cada vez más heladerías incorporan a su carta multitud de opciones sin lácteos, lo normal es que sean sorbetes de frutas y elaboraciones de chocolate, pero de un helado de pistacho vegano ¡ni rastro! Tanto cuesta encontrarlo que no paro de recordar el día que, paseando por Málaga, encontré en una heladería BIO el preciado tesoro verde helado.
Sin lácteos y hasta arriba de pistacho. ¡Estaba esperándome a mí! No creo que hubiese nadie en el planeta más feliz que yo en ese momento, comiendo un helado de pistacho taaan rico que aún no comprendo por qué, cuando tiempo después volví a por él, lo habían dejado de hacer. Snif. Desde entonces no he encontrado un buen helado de pistacho saludable y rico. Y los que encuentro sin lácteos, van tan cargados de azúcar que solo me los he permitido en contadas excepciones. Pero me niego a no volver a sentirme como me sentí en Málaga con ese helado en la mano.
He hecho la versión clásica y una en formato «palito de madera y cobertura de chocolate». Ambas deliciosas y facilísimas de preparar. ¡Prueba las dos! Vamos a ponernos manos a la obra. He encontrado después de mucho buscar este tesoro de un helado saludable de pistacho que lleva solamente 3 ingredientes. Aguacate, pistachos, y dátiles. Además, este helado es vegano, sin gluten, y sin azúcares añadidos.