Los granizados se elaboran prácticamente a base de frutas y hielo incluyendo azúcares que son los que proporcionan su sabor dulce.
El sorbete también suele ser a base de agua y frutas pero su consistencia resulta más suave, cremosa y ligera pudiendo incluso ser una alternativa apta para beber en lugar de comer a cucharadas.
El helado, a diferencia de los anteriores, puede incluir ingredientes fuentes de grasas y de proteínas cómo puede ser leche, nata, quesos, yogures u otros, siendo por ello de una consistencia cremosa y más densa.
No obstante, todas las opciones son en general fuente de azúcares libres o añadidos.
Por lo tanto, no siempre los granizados y sorbetes son más ligeros y sanos sino que, en gran medida depende de sus componentes.
Así por ejemplo, un sorbete o granizado puede ofrecer más allá de agua una pequeña cantidad de fruta y una gran proporción de azúcares, mientras que un helado a base de frutas únicamente y sin azúcar agregado puede resultar más saciante y sano en términos nutricionales, ofreciendo incluso menos calorías.