De estas opciones, el helado es el más calórico, pero también el que más sacia, gracias a su mezcla de grasas y proteínas, sobre todo si eliges la versión artesanal hecha con leche de vaca y huevos.
El granizado es una preparación hecha con agua, azúcar y fruta licuada o exprimida: es más ligero en grasa, pero tiene un pico glucémico pronunciado.
¿Y el sorbete.
Es un híbrido, a menudo considerado "fit", pero en realidad, tiene un alto contenido de azúcar y un bajo contenido de nutrientes.
Un exceso de azúcares simples, especialmente bajo el sol de verano y en un contexto de poca actividad física, dispara la insulina y promueve la acumulación de grasa visceral.
El helado artesanal siempre es mejor, quizás de avellana o pistacho, que además aporta grasas saludables y sacia más.
Evita los helados comerciales: suelen ser bombas de jarabe de glucosa.
Si te gusta la fruta, opta por un sorbete, pero en pequeñas dosis e idealmente después de una comida rica en proteínas, para moderar el pico glucémico.
El granizado está bien si necesitas rehidratarte, pero elige la variedad sin jarabe con fruta fresca.
Además, consúmelo despacio, a cucharadas, evitando tomártelo todo de un trago, y acompáñalo con una fuente de proteínas, como una mezcla de pistachos o avellanas.
¿El mejor momento para disfrutar de estos deliciosos postres de verano.
A media tarde, quizás después de entrenar o de un paseo.
De esta manera, maximizas la sensibilidad a la insulina y limitas el daño.
Como siempre, simplemente elige con cuidado, céntrate en productos de calidad y evita los excesos.
Y así, tu dieta y tu figura se mantienen seguras.