Los helados han sido parte de la historia de la humanidad durante siglos, evolucionando desde rudimentarias preparaciones con hielo hasta las sofisticadas creaciones artesanales que disfrutamos hoy. El origen de los helados: De la nieve al postre refinado Los primeros registros del consumo de algo similar a un helado datan de hace miles de años. En la antigua China, se mezclaba nieve con miel y frutas para obtener un refrescante manjar. En la antigua Roma, el emperador Neró enviaba a sus sirvientes a las montañas a recolectar nieve, que luego era endulzada con miel y jugos de frutas. Este método rudimentario fue una de las primeras formas en las que se disfrutó el helado en el mundo occidental. Durante la Edad Media, los árabes perfeccionaron la técnica de congelar postres, dando origen al famoso «sharbat», un tipo de sorbete elaborado con frutas y endulzado con miel o azúcar. Ya en el Renacimiento, el refinamiento de los helados se debió en gran parte a la corte de Catalina de Medici, quien, según diversas crónicas gastronómicas, introdujo recetas de sorbetes en Francia al casarse con Enrique II en el siglo XVI. Desde ese momento, el helado se convirtió en un postre reservado para la realeza y la aristocracia. A lo largo de los siglos, los helados han mantenido algunas recetas clásicas que siguen deleitando paladares hoy en día. Algunas de ellas incluyen: Sorbete de limón al estilo antiguo Un clásico de los siglos pasados, este sorbete se prepara con agua, jugo de limón, miel y clara de huevo batida para darle una textura aireada y ligera. Helado de crema y vainilla del siglo XVIII Antes de la llegada de los congeladores, los chefs usaban una mezcla de crema de leche, yemas de huevo, vainilla y azúcar, enfriada con hielo y sal para obtener una textura cremosa. Granizado de frutas Mediterráneo Inspirado en las antiguas recetas árabes, el granizado se elabora con frutas naturales como sandía, naranja o granada, mezcladas con miel y congeladas en finos cristales de hielo. Helado de chocolate Azteca Los aztecas tenían una versión primitiva del helado con cacao, especias y nieve de las montañas. Esta receta inspiró muchos de los helados de chocolate actuales. Hoy en día, los helados antiguos han vuelto a ganar popularidad gracias al interés por la cocina tradicional y los ingredientes naturales. Muchas heladerías artesanales, como la nuestra, rescatan técnicas y sabores clásicos para ofrecer una experiencia única a los amantes del helado. Sin duda, una experiencia que te hará viajar en el tiempo a través del sabor.