El té matcha es un té verde molido originario de Japón.
La preparación del matcha comienza varias semanas antes de su cosecha.
Primero se cubren las plantas del té para ocultarlas del sol.
De esta forma se retrasa su crecimiento y se crea un color verde más oscuro en las hojas.
Con este proceso el té gana en aminoácidos, creándose así un té más dulce.
El helado de té matcha casero ha resultado brutalmente bueno, cremoso y no se nota nada que la base no lleva yema de huevo y tan solo necesitas 1 cucharada y media de té.
Otra ventaja de esta receta es que no lleva demasiadas gaitas, ni ingredientes raros, solo un poquito de azúcar invertido, que yo creo que si lo hacéis con heladora, es perfectamente sustituible, e incluso, prescindible.
Si no tienes heladora ¡No hay problema! también puedes disfrutar de tu helado de té matcha.
Haces igual que lo he explicado en la receta, y sin mantecar lo pasas al congelador, lo iras sacando cada hora, al menos cuatro veces, y le darás un meneo con la cuchara para romper los posibles cristales de hielo, quizás el resultado así no sea tan bueno, pero es una opción.
Una heladora de cubeta cuesta hoy por hoy 20 euros y hacer helados caseros merece la pena.