¿Cómo se elabora el miso?
El miso se elabora fermentando granos de soja, sal y, habitualmente, algún cereal como arroz o cebada, con el hongo Aspergillus oryzae, más conocido como koji.
¿A qué sabe el miso?
Su sabor es muy complejo y profundo, variable en matices e intensidad según el tiempo de envejecido y los ingredientes con los que se ha preparado.
Teniendo en cuenta estos factores, nuestro miso puede tener una predominancia de tonalidades dulces, picantes o saladas.
¿Cómo se utiliza el miso?
El uso más conocido del miso es la sopa homónima.
Si añadimos la pasta directamente, no se mezclará bien y correremos el riesgo de que se pegue al fondo de la olla, así que es importante diluírla previamente con un poco de líquido.
Esta premisa la tendremos presente de igual forma si queremos añadir miso a otros caldos, sopas, guisos y estofados.
¿Cuál es el uso más interesante del miso?
Uno de los usos más interesantes del miso es como adobo.
Prueba a masajear un poco sobre carnes o aves de corral y después cocínalas en el horno o en la parrilla.
¿Cuál es el último uso del miso?
El último uso que conforma el trío maravilla de las aplicaciones del miso es la preparación de salsas, calientes y frías.
Va tan bien con una berenjena salteada, tofu frito o un entrecot de buey, como en una vinagreta para ensaladas o para la preparación de una salsa untable con la que llevar nuestras tostas y canapés a otro nivel.
¿Qué es el Shiro miso?
Shiro miso (miso blanco) Color: de amarillo pálido a beige.
Cereal con el que se elabora: arroz blanco.
Sabor: suave, ligeramente dulce, salado y umami.
Textura suave y cremosa.
Maridaje: sabores cítricos o con una nota picante, pescados blancos, tofu, sopas claras, ensaladas.