El helado de yogur o yogur helado es perfecto para tomar solo o bien acompañado de frutas, que es como más me gusta. También se puede mezclar un poco de mermelada, cuando el helado está semi congelado, remover con un tenedor y hacer unas ondas. Podemos acompañarlo de fruta fresca, hacerlo de sabores agregando purés de frutas o mermeladas, o simplemente unas vainas de vainilla harán de este sencillo helado un rico postre. En esta ocasión utilicé yogur griego por la cremosidad extra que aporta, pero si usamos un yogur más ligero restaremos algunas calorías a una receta de postre infalible. Si no tenéis uno de esos yogures, podéis usarlo con cualquier otro yogur que tengáis en casa, pero tened en cuenta que ese extra de nata o grasa que tiene nos va a venir bien para mejorar el sabor y la textura. También, como es lógico, podéis utilizar mezclas de yogures o incluso convertir en helado vuestros yogures favoritos, lo cual también es todo un reto. Con este tipo de recetas de helados conseguís involucrar a toda la familia en la cocina.