Son ricos, cremosos, frescos y apetecibles.
Pero, ¿es realmente tan saludable como lo venden?, ¿es una alternativa saludable real?
Mientras que 100 gramos de un yogur natural aportan 57 kilocalorías, 100 gramos de yogur helado contienen 159 kilocalorías, es decir, casi el triple.
El mayor aporte calórico se justifica porque el yogur helado tiene cinco veces más cantidad de azúcar y el doble de grasa total.
Si la comparativa la hacemos con un yogur azucarado, las diferencias continúan siendo notables.
El yogur helado mantiene los niveles de calcio de la leche de vaca, es decir 120 mg. por 100 gr.
Los probióticos adicionales que añaden algunas marcas para suplantar las bacterias beneficiosas para el organismo que mata el proceso de congelación, pueden llegar a ser una de sus ventajas.
Y, por último, el hecho de que en el mercado es posible encontrar variedades de yogures helados con el reclamo 'bajo en grasas', la Universidad de Salud Pública de Harvard señala que no son opciones más saludables que las versiones estándar, porque su contenido en azúcar es ''muy alto''.
En definitiva, podemos decir que depende del prisma, esta revolución helada podría ser un sustituto a nuestro helado tradicional.
Si miramos el aporte el probióticos o calcio, en algunos casos, podríamos decir que sí que lo es.
Sin embargo, los azúcares y las grasas, si tu intención es adelgazar o mantener la línea, digamos que no difieren mucho de una tarrina de toda la vida.