Para preparar el helado de sandía necesitamos que esta no tenga pepitas así que, podemos comprarla sin ellas o bien, desecharlas antes de empezar. Además, la sandía debe estar en su punto de dulzor, así no tendremos que añadir demasiado azúcar y conseguiremos un helado más saludable. En esta ocasión, hemos optado por usar yogur griego porque tiene más cremosidad. Uno normal nos daría un helado con más cristales debido a que la sandía tiene mucha agua y el resultado sería menos agradable al paladar. Además, prepararemos un jarabe de azúcar precisamente para evitar al máximo esos cristales. Así, conseguiremos un helado con una textura perfecta. No necesitamos heladera ni aparatos especiales para preparar este helado, solo necesitamos una batidora ya sea un vaso triturador o brazo, que nos ayudará en todo el proceso. Los tiempos de congelación indicados en esta receta son para un recipiente de tres centímetros de grosor así que, en caso de que utilicéis otro, el tiempo variará; cuanto más bajo quede el helado, menos tiempo necesitará. Si no consumimos todo el helado enseguida, podemos guardarlo en el congelador y, cuando lo vayamos a consumir, lo sacaremos del congelador 10 minutos antes de servirlo, para que tenga la textura adecuada y no esté demasiado congelado.