Nuestros favoritos: la hierba limón por su frescura, el jengibre por su sutileza, el azafrán por su riqueza, la canela por su originalidad, la pimienta de Espelette y el pimentón ahumado por su fuerte carácter.
La pimienta realza el salmón ahumado, pero también el crudo, en carpaccio o en tartar, y aromatiza muy bien el salmón cocido.
Para sazonar el salmón ahumado o el salmón crudo, utilice un toque ligero para no sobrecargar el sabor del salmón, y prefiera los granos de pimienta o incluso una mezcla de pimientas.
La cúrcuma, el jengibre y el cilantro tienen en común su dulzura: la cúrcuma fresca añade un ligero picor a su preparación, el jengibre aromático, con un ligero sabor cítrico, aporta frescura al plato, y el cilantro puede utilizarse en forma de hojas frescas o molidas.
Utilícelos en combinación con un curry suave para dar sabor a los marinados, por ejemplo para el tataki de salmón.
Para que el adobo tenga éxito, empiece con la dosis adecuada: una cucharada de aceite de oliva o de sésamo por una cucharadita de especias de su elección.
Una mezcla de jengibre y cilantro, unas gotas de limón, dejar marinar el salmón durante unos diez minutos, antes de freírlo o cocinarlo en una lámina.
Para un salmón con un sabor exótico, pero sin una larga lista de ingredientes y un tiempo de preparación razonable, las mezclas de especias -que se pueden encontrar ya preparadas en muchos puntos de venta- son una opción segura.