El maridaje del aceite de oliva con postres fríos como el helado no solo es posible, sino que puede resultar una experiencia absolutamente deliciosa.
La respuesta más frecuente entre chefs y expertos es clara: Arbequina.
Esto es debido a que esta variedad es más suave, afrutada y con un amargor muy ligero.
Imagina lo siguiente: estás en una terraza, el sol cae suave, y te sirves una bola de helado de vainilla de buena calidad.
Justo antes de probarlo, le añades unas gotas de aceite de oliva virgen extra Arbequina por encima.
Si eres de los que disfrutan con sabores más rotundos, te animamos a experimentar con un Picual.
Este aceite tiene más cuerpo, mayor intensidad, y un toque amargo y picante que puede resultar fascinante con helados de chocolate negro, yogur o incluso de queso.
Algunos bares y restaurantes modernos ya están jugando con esta combinación en sus cartas de postres.
No hay reglas absolutas, el maridaje del aceite de oliva con helado depende del paladar de cada uno.