Con sólo dos ingredientes puedes hacer esta sencilla receta para disfrutar de un batido de piña y vainilla, es un ‘milkshake’ con helado refrescante, cremoso y con un sabor delicioso.
Y no limites su consumo al verano, en otras épocas del año esta fresca bebida también es muy apetecible.
Hay muchos tipos de batidos, pero hay que decir que, en principio y para ser correctos, sólo cuando la bebida se hace con una batidora se puede hablar de batido o milkshake, no así si la mezcla se hace a mano.
Nosotros no somos muy de batidos, pero cuando los tomamos nos gustan los que tienen cuerpo, densos y cremosos, aunque con el calor del verano lo que apetece, sobre todo, es que sean refrescantes, que no se hagan muy pesados, por eso nos encanta nuestro batido de piña y vainilla, un ‘milkshake’ con helado refrescante y con un sabor delicioso.
La elaboración no puede ser más simple, ponemos la fruta troceada en el vaso y añadimos el helado.
Trituramos hasta obtener un batido fino, homogéneo, emulsionado, y servimos en un vaso alto.
El batido de piña y helado de vainilla se debe hacer justo en el momento de servir, estará súper cremoso y frío, y se puede decorar al gusto, por ejemplo, con un trozo de piña, unas hierbas aromáticas, unas galletas picadas…
Para hacer este batido casero, podéis comprarla ya congelada, asegurándoos de que sólo lleva piña, sin azúcares ni otros ingredientes añadidos.
También se pueden hacer en Thermomix u otro robot de cocina.