Son refrescantes y nutritivos si elegimos aquellos con ingredientes de calidad. Los helados cuyo ingrediente base es la leche contienen calcio y proteínas.
Dentro de una dieta suficiente y saludable, podemos permitirnos su consumo una vez o dos a la semana, en una ración de 80-100 gramos. Lo importante es que los ingredientes sean de calidad y que podamos comprobarlo en el etiquetado. Un auténtico helado debería llevar grasa láctea.
Los helados pueden tomarse como postre, siempre y cuando en la misma comida o en la distribución de las comidas del día se incluyan las raciones necesarias de vegetales. Los helados de agua, como polos y sorbetes, son más refrescantes y menos calóricos, pero su valor nutricional también es más pobre, ya que las calorías provienen básicamente del azúcar que contienen.
En el caso de los sorbetes, aunque deben contener al menos un 15% de fruta, no sustituyen a ninguna de las cinco raciones de vegetales que debemos consumir a diario. Lo vegano no siempre es igual a más sano.
Cuando vayamos a comprar un helado, la doctora Ana Zugasti recomienda revisar en el etiquetado la cantidad de azúcar tanto en la información nutricional como en la lista de ingredientes.