El gelato es una joya de la gastronomía italiana, conocido por su textura cremosa y sus sabores intensos.
A diferencia del helado, el gelato tiene menos grasa y aire, lo que lo hace más denso y sabroso.
Estás en el lugar correcto.
En esta receta, te guiaré paso a paso para que prepares un gelato auténtico y delicioso desde la comodidad de tu hogar.
Preparar la base de gelato: En una cacerola, calienta la leche a fuego medio hasta que esté caliente pero sin hervir.
Batir las yemas con el azúcar: En un bol, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y de un color más claro.
Cocinar la mezcla: Vuelve a verter la mezcla en la cacerola y cocina a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla espese y cubra la cuchara.
Añadir la nata: Retira la cacerola del fuego y agrega la nata mientras la mezcla todavía está caliente.
Enfriar la mezcla: Coloca la mezcla en un recipiente y déjala enfriar a temperatura ambiente.
Helar el gelato: Transfiere la mezcla fría a tu máquina de hacer helados o gelato y sigue las instrucciones del fabricante.
Si no tienes una máquina, puedes congelar la mezcla en un recipiente apto para congelador, removiendo cada hora para romper los cristales de hielo y obtener una textura más suave.
Ahora que has aprendido a hacer gelato casero, ¡estás listo para disfrutar de este postre italiano tan especial.
Sirve tu gelato casero en cucuruchos, copas o como acompañamiento de tus postres favoritos.
¡A disfrutar!
Espero que disfrutes de esta receta de gelato casero y que te transporte directamente a Italia con cada cucharada.
¡Buen provecho!