El durazno, también conocido como melocotón en muchas regiones de habla hispana, es una fruta que destaca no solo por su sabor y textura, sino también por sus beneficios nutricionales y cosméticos.
Su perfil bajo en calorías, su contenido en vitaminas y minerales, y su versatilidad lo convierten en un ingrediente habitual tanto en la alimentación saludable como en productos para el cuidado de la piel.
El durazno (Prunus persica) es una fruta de hueso originaria de China.
Pertenece a la familia de las rosáceas, al igual que otras frutas como la ciruela, la cereza o el albaricoque.
Se cultiva en climas templados y su temporada natural abarca los meses más cálidos, especialmente primavera y verano.
Su pulpa es jugosa, dulce y aromática.
La piel puede ser lisa o con una ligera pelusa, según la variedad.
Existentes distintas variedades de durazno, con carne blanca o amarilla, y todas ellas comparten una composición rica en nutrientes.
El durazno está compuesto principalmente por agua, lo que lo convierte en una fruta hidratante y ligera.
Su perfil nutricional por cada 100 gramos incluye: Agua: alrededor del 89 % Calorías: entre 39 y 42 kcal Fibra: 1,5 a 2 gramos Carbohidratos: 9-10 gramos (naturales, no añadidos) Azúcares naturales: 8 gramos aprox.
Vitamina C Vitamina A (como betacarotenos) Potasio Magnesio Vitaminas del grupo B (B1, B2, B3) También contiene compuestos antioxidantes como polifenoles y flavonoides.
El durazno favorece la hidratación, mejora la digestión, contribuye a la salud ocular, refuerza el sistema inmunológico, cuida la piel desde dentro, y ayuda a regular la presión arterial.
El durazno también tiene aplicaciones en el cuidado de la piel, se usa en productos cosméticos por su acción hidratante, suavizante, antioxidante, calmante y aromática.
Se puede encontrar en cremas, exfoliantes, mascarillas, bálsamos y geles de ducha.
También se usa el aceite extraído del hueso, rico en ácidos grasos y vitamina E, que es bien tolerado por pieles secas o maduras.
El durazno es una fruta apta para adultos, niños, personas mayores y embarazadas, salvo en casos de alergia específica.
En cosmética, sus extractos o aceites suelen estar formulados para todo tipo de piel, aunque siempre es recomendable hacer una prueba si tienes la piel muy reactiva.