Entre los numerosos beneficios para la salud del jengibre, un estudio sistemático menciona la reparación de síndromes metabólicos y la reducción de marcadores del cáncer de colon. Asimismo, la producción de enzimas digestivas ayuda a que ocurran menos problemas en la digestión. Otra fuente experta resalta sus efectos antiinflamatorios, lo cual contribuye a aliviar dolores agudos y reparar daños en la estructura ósea. Además, su rol en la absorción del colesterol refuerza la regulación del azúcar en la sangre. En el caso específico de las mujeres embarazadas, también se destaca cómo el jengibre puede bajar la probabilidad de náuseas y vómitos. En cuanto a la manzana, también cuenta con muchos atributos valiosos. Según la Universidad de Harvard, esta fruta es fuente de niveles significativos de fibra, vitamina C y varios fitoquímicos que combaten contra las causas de diversas enfermedades. Su fibra soluble, por ejemplo, permite reducir el colesterol en la sangre y reduce la probabilidad de enfermedades cardiovasculares. La vitamina C además favorece la producción del colágeno, el cual es beneficioso para la piel y los huesos, y a su vez refuerza el funcionamiento del sistema inmunológico. Por último, los fitoquímicos realizan una serie de efectos antioxidantes que pueden proteger al ADN de las células y, de esa manera, prevenir varios tipos de cáncer, como el de pulmón, colon y tracto digestivo. Con tantos beneficios por separado, resulta fácil ver cómo un licuado que combine a ambos es una bebida muy beneficiosa para la salud. Hay algunas variantes del licuado que pueden dar más características al jugo además de su sabor refrescante y los nutrientes de la manzana y el jengibre.