El té frío conserva las mismas propiedades que el té caliente.y comparte los mismos beneficios: ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, esenciales para mantener una buena salud e hidratación. La opción de esta bebida en frío puede prepararse en una amplia variedad de sabores, adaptándose a diferentes gustos, pero también a necesidades. Se puede preparar té negro, té verde, té rojo, infusiones o rooibos. De hecho, cada tipo de té tiene propiedades únicas, desde digestivas hasta relajantes. Además, se pueden combinar y agregar otros ingredientes frescos como trozos de frutas, hierbas aromáticas como la menta y/o hielo. Y añade que una receta refrescante para probar este verano es la infusión Sangria Tea, una mezcla de frutas que imita el sabor de la bebida de moda de cada verano. Esta opción no contiene teína y es ideal para disfrutar del sabor de la sangría en versión té. Por último, se recomienda no incorporar endulzantes una vez que el té ya esté frío, dado que el azúcar, miel, agave o cualquier otro edulcorante será más difícil de disolver en frío. Tampoco dejes el té infusionando más tiempo del recomendado y añade las medidas correctas de gramos de té y agua. Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de un té que conserva todas sus propiedades beneficiosas y su delicioso sabor, ya sea caliente o frío, asegura Jennifer García Domínguez.