Se dice que el invento del affogato viene del famoso fraile franciscano Angélico, italiano, durante el siglo XVII y que se dedicaba a la preparación de licores: el licor de avellanas y el licor de café.
Y se dice que un día se le ocurrió mezclar helado de vainilla con un chorro de café espresso.
Aunque no se tiene claro quién inventó esta delicia, sí sabemos que la palabra affogato en italiano significa «ahogado» o «sumergido».
La fórmula es: buen helado + buen café = el mejor affogato en la CDMX.
Las heladerías se hicieron cada vez más comunes en Italia, casi como los bares, principalmente durante el verano, cuando los helados comenzaron a “ahogarse” en los café espresso.
De Italia pasó a los Estados Unidos y se hizo principalmente muy famosa en Nueva York.
Para mí, el affogato, es uno de los postres italianos con la combinación perfecta.
La mezcla y combinación perfecta entre el sabores con notas amargas y dulces del helado de vainilla y de un buen café, eso sí, ambos deben de tener un buen sabor para que sea un buen caffè affogato.