El pescado no debería lavarse con agua dulce ni almacenarse en hielo.
La responsabilidad del problema del desperdicio recae, en primer lugar, en la industria.
"El pescado no debería lavarse con agua dulce ni almacenarse en hielo.
Nunca hemos considerado que el pescado sea solo un filete, cada pieza, desde la cabeza hasta la cola, tiene un valor y un potencial culinario.
No hay carnicero en el mundo que considere razonable despiezar los lomos de un cerdo y tirar el resto del animal a la basura, si del cerdo, hasta los andares, del pescado, hasta los nadares.
Para mí es una revelación que el humor vítreo de un pez pueda comportarse de forma similar al huevo en la elaboración de un helado.
Esta es una receta a la que podemos añadir multitud de sabores para satisfacer cualquier paladar.
"La responsabilidad del problema del desperdicio recae, en primer lugar, en la industria", destaca, igual que subraya que los consumidores tienen poca educación sobre cómo se trata el pescado, algo que intentar solventar de manera clara y amena en el libro.
En un mundo donde se estima que "se desperdicia el 50% del pescado capturado", según destaca, Niland propone un cambio de paradigma, invitando a los cocineros y consumidores a redescubrir la riqueza que ofrece este recurso marino.
La importancia de utilizar cada parte es el tema central de la tercera publicación con Planeta.
Cada pieza, desde la cabeza hasta la cola, tiene un valor y un potencial culinario.