El café affogato es un postre tradicional italiano que combina dos de los ingredientes más populares del mundo: helado y café.
Affogato significa ahogado en italiano, así que esta elaboración recibe este nombre porque consiste en una bola de helado, generalmente de vainilla, ahogada en un espresso perfecto caliente.
Lo que la hace tan atractivo al café affogato es la mezcla de temperaturas y sabores, el contraste del café caliente y cremoso con la suavidad del helado.
Los ingredientes esenciales de un affogato son helado de vainilla y espresso.
Para preparar un café affogato clásico, solo se necesitan dos ingredientes esenciales:
Helado de vainilla: la base cremosa y dulce que se equilibra perfectamente con el sabor fuerte del café.
Espresso: un shot de espresso caliente que se vierte sobre el helado, creando una combinación perfecta y muy equilibrada.
Preparar un café affogato es sencillo y rápido: la clave está en la calidad de los ingredientes y en seguir unos pasos precisos para lograr la combinación perfecta.
Aunque el café affogato clásico es una delicia por sí solo, existen múltiples formas de personalizarlo para sorprender aún más a tus clientes.
Licores: añade un chorrito de licor como amaretto, Baileys o licor de café.
Coberturas: experimenta con diferentes toppings para darle más textura y sabor.
Prueba con virutas de chocolate, cacao en polvo, nueces picadas, caramelo o crema batida.
Helados artesanales: o sabores más exóticos como avellana, pistacho o tiramisú para ofrecer una versión gourmet de este clásico postre.
Presentación: la presentación es clave en hostelería.
Utiliza tazas o vasos transparentes para que los clientes puedan ver el bonito contraste entre el helado y el espresso.
El café affogato es una opción excelente para cualquier menú de postres o carta de cafés de especialidad, ofreciendo una combinación sencilla, pero exquisita.
Con estos simples pasos y variaciones, puedes crear una experiencia memorable y deliciosa en tu establecimiento.